El concepto de “Fast Fashion” ha transformado el mercado. No sólo para las marcas low cost, sino también para las marcas de lujo, que han seguido la tendencia del mercado de masas ofreciendo constantemente nuevas colecciones. Pero los hábitos de consumo están cambiando: estamos asistiendo a un retorno a un modelo más sostenible, que enfatiza la calidad frente a la cantidad.

Consumidores de todo el mundo interactúan con los influencers, el marketing digital y las redes sociales cada día. Para destacar, las marcas deben adoptar un enfoque unificado y global y tener una identidad clara. Las grandes empresas concentrarán sus colecciones bajo una sola marca, con una gama simplificada y fácilmente reconocible.

Debido a su ritmo, la industria de la moda presenta muchos retos financieros. Entre el diseño de una colección y su rentabilidad transcurren hasta 15 meses o más, lo que requiere un cash-flow constante para mantener la rentabilidad. El e-commerce se ha vuelto tan importante como los canales minorista y mayorista. Por lo tanto, es esencial ofrecer una experiencia de marca unificada a través de todos los canales: desde las relaciones con los clientes por múltiples canales hasta la gestión de colecciones internacionales.